Mente y cuerpo

Todos en algún momento hemos escuchado que el ejercicio nos trae salud y bien estar, ¿pero te has preguntado qué ocurre, con tu cerebro cuando te ejercitas?

El ejercicio tan recomendado por los médicos, no solo es una prescripción superficial, el caminar, correr, andar en bici, nadar, etc. Pondrá en actividad no solo a tu cuerpo también a tu cerebro.

Al realizar estas actividades tus músculos empiezan a contraerse y relajarse, enviando un mensaje al cerebro, estimulando transmisores como adrenalina.

De esta manera el cerebro interpreta este mensaje como lucha o huida, proceso que ha estado desde nuestros primeros antecesores o tratando de huir de algún peligro. En respuesta, libera sustancias químicas que protegen a las células nerviosas de daños, las impulsan a crecer, a multiplicarse, a fortalecer las conexiones entre neuronas y otras células nerviosas y a crear nuevas conexiones.

Otro neutransmisores que se produce al ejercitarnos son las endorfinas. La finalidad de estas sustancias químicas es minimizar la incomodidad del ejercicio y bloquear la sensación de dolor. Además están asociadas con un sentimiento de euforia.

Hacer ejercicio de forma regular contribuye a generar una reserva cognitiva que actúa como una batería. Se puede arrancar durante la vejez o en situaciones vitales en las que sea necesaria, por ejemplo, si aparece una enfermedad como el Alzheimer, para minimizar su impacto.